A lo largo de muchas noches de pajeo me guardaba todas
esas fotos porno que más me ponían. Las que me hacían correr como un loco, las
guardaba en el disco duro por si acaso algún día me quedaba sin conexión, ya
que a veces era habitual. El hecho de disponer de webcam y del famoso Net
Meeting de entonces propicio que algunas noches conectara con diferentes
usuarios en busca de alguna chica cachonda con ganas de ver polla. Me daba
mucho morbo, ya que era diferente de todo lo que habitualmente hacia durante
mis noches de pajeo. El hecho de que otra persona como tu se ponga cachonda
on-line era algo que me atraía y me daba mucho morbo.
También empecé a cogerle el gustillo a la cámara al
verme masturbando delante de ella. Todo esto del ciber-sexo duro un tiempo
corto, ya que nunca es lo mismo. Como el sexo real puro y duro, no hay nada. Ya
podrán inventar lo que quieran, que donde este echar un buen polvo, que se quite
lo demás. Eso sí, pasar un rato morboso y diferente delante de la cámara por un
tema de distancia, aun tiene un pase, pero el calentón es monumental y siempre
te quedas con las ganas de hacerlo en vivo. Pero bueno, depende del momento y
la situación, puede ser un recurso diferente a la “cansina” paja en solitario.